En un planeta
dénsamente poblado como el que nos ha tocado en suerte, y con procesos de
intercambio dramáticamente acelerados entre sus pueblos, las diferencias
culturales surgen como LA GRAN RIQUEZA de la especie humana, o como LA GRAN
BARRERA para su entendimiento, convivencia e intercambio. Este dilema de la
civilización contemporánea afecta todos los órdenes de la vida, incluido el de
los negocios.
Es esta,
así, LA CARA OCULTA DE LA SOSTENIBILIDAD GLOBAL: la cara geopolítica y
geocultural. La pregunta es bien simple: ¿estamos preparados para pasar de los
modelos de conquista y arrasamiento para entrar en modelos de sinergia y complementariedad
entre las culturas?
Cuando
miramos la realidad de la globalización contemporánea, más parecería que
estamos repitiendo los viejos modelos imperiales: la dominación y arrasamiento
de las culturas locales. Hoy, sin embargo, hay una gran diferencia: UNA NUEVA
CIUDADANÍA está al frente para exigir un cambio de reglas. Una nueva ciudadanía
de tipo urbano, interconectada, educada, con acceso a la información, con poder de
movilización, etc., es lo que está haciendo la diferencia. ¿Cambiará esta nueva
ciudadanía las viejas relaciones de poder? Yo no tengo duda alguna. Y, frente a
este fenómeno, gobiernos, políticos, multinacionales, gerentes,… verán
derrumbarse muchos de sus viejos paradigmas. La cultura, las culturas, son
patrimonio de los pueblos y, hoy más que nunca, tienen el viento a su favor
para permanecer. Entender esta perspectiva intercultural de la geopolítica
moderna será decisivo en la ecuación éxito/fracaso de muchas aventuras:
políticas, económicas, de negocios, científicas, religiosas, etc.
El videoclip
anexo puede brindarle a usted, amigo visitante de este Blog, algunas pistas
iniciales al respecto (de clic para verlo o descargarlo).
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